Un ranchero del oeste de Texas conoce bien la carga que supone un yacimiento petrolífero envejecido y un equipo descuidado. En las tierras de su familia se produce petróleo y gas desde hace casi 100 años. Ese ranchero demuestra lo que parece cuando el final de la vida de un yacimiento petrolífero recae en una persona corriente. Al mismo tiempo, activistas, expertos y profesionales del sector comparten sus opiniones y puntos de vista sobre el dilema.